


Me puse en contacto con Ricardo Franco, para que me hablase del cometido y la historia de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, organización a la que el pertenece,y de esto me hizo partícipe:
A finales del siglo XIX, Bilbao restañaba las heridas producidas por el sitio de las tropas de Carlos VII. La derrota carlista supuso la quiebra del esquema de sociedad rural que hasta entonces había predominado en Bizkaia.
En este panorama social y político, un 19 de enero de 1895, en la Sala de Juntas de la Casa de Socorro del Ensanche nacía la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, la más antigua de España entre las de su género.
En aquél Bilbao, que aún no había conseguido un centro universitario, la Academia canalizó las inquietudes de la clase médica y, a través de la Gaceta Médica del Norte, dio publicidad a las reflexiones y experiencias de los profesionales, mostrando los avances de la medicina en el mundo. La primera Junta de la Academia tuvo como Presidente al Dr. José Carrasco, Director del Hospital de Bilbao, de cuyo discurso en el acto inaugural de la Academia que tuvo lugar el 29 de noviembre de 1895, bajo la presidencia de honor de D. Agustín Mª de Obieta, extraigo las siguientes anotaciones: Trataremos los asuntos científicos no con el afán de que la ciencia progrese, sino con el de que, entre nosotros, se establezca un comercio de ideas que nos de a todos, en lo posible, un mismo nivel intelectual…
Todo hecho observado, todo conocimiento adquirido, todo debe traerse aquí para el común provecho… Pero entiendo que esta Academia debe de aspirar a algo más que a tratar asuntos científicos.
La academia nació impregnada por la preocupación de la mala situación sanitaria de Bilbao y Bizkaia. El hacinamiento de la población en los barrios urbanos extremos era un cultivo de epidemias con alta morbi-mortalidad: el cólera, tifus, viruela, meningitis, tuberculosis, constituían auténticos verdugos para la sociedad de entonces.
La Academia fue requerida por el Ayuntamiento para redactar las bases de una profilaxis antituberculosa, participando también con su docta opinión en la lucha antialcohólica, la estrategia de vacunación antivariólica, en diversas medidas de higiene y en la redacción de una cartilla sanitaria con motivo de la pandemia gripal de 1918.
Aparte de su labor socio-sanitaria la Academia fue invitada en 1906 a asistir a la conmemoración del tercer centenario de la publicación del Quijote y, a iniciativa del Dr. Enrique de Areilza, en 1908, a crear el Ateneo de Bilbao. El 13 de noviembre de ese mismo año la Academia estuvo presente en la inauguración del nuevo Hospital Civil ubicado en Basurto, obra del arquitecto Enrique Epalza.
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