Era un viernes 26 de Agosto de 1983. En plena semana grande Bilbao, llegó la más
importante inundación de la historia reciente de
Bilbao.
30 años después, una
exposición conmemorativa, del fotógrafo bilbaíno Manu de Alba. Nos recuerda en
imágenes aquellos momentos.
Marino Montero, relaciones públicas del grupo hostelero Iruña y componente de la mítica primera comisión de fiestas de Bilbao, realizó la presentación de la muestra.
A el le solicité unas palabras sobre este
evento, para “Bilbao desde dentro”.
Y esto es lo que dijo:
"Llamar aguaduchu, con
un sufijo diminutivo cariñoso, a las crecidas de la Ría , las repetidas
inundaciones que tantos daños han causado en la Villa e lo largo
de los siglos, es una prueba del carácter arrojado con que los bilbaínos nos
enfrentamos a los avatares de la vida; el mismo que, en otro extremo, el del
éxito, nos ha llevado a denominar “agua de Bilbao” al
champán.
Una manifiesta
voluntad de seguir siempre adelante y con alegría, en la que radica el hecho de
que estos últimos aguaduchus, el que padecimos en 1983 en plenas fiestas de
Bilbao Aste Nagusia, acabara siendo tan beneficioso para la regeneración del
entramado socioeconómico de nuestro casco viejo, como para los antiguos egipcios
las míticas crecidas del Nilo.
Pero, hubo desastre,
un catastrófico desastre, de cuya magnitud, en este su trigésimo aniversario,
BilbaoHistoriko ha querido dar testimonio, a través del objetivo de los
fotógrafos que lo vivieron y que irán protagonizando una serie de actividades de
las que se informará oportunamente, para así resaltar lo conseguido por el
empeño de cuantos se esforzaron en sobreponerse a la adversidad y superar el
descalabro.
Actividades que se
inician con la exposición “El aguaduchu de 1983 en el objetivo de Manu de Alba”.
Una selección de cien impresionantes fotos en blanco y negro, de los cientos que
Manu realizó en aquellos fatídicos días de finales de Agosto de 1983, que ahora
podrán contemplarse hasta finales de Septiembre de 2013 en la ExpoGela de
BilbaoHistorikoa, situada en el nº 32 de la calle San Francisco de Bilbao. Sala
en la que también se rinde un sencillo homenaje al carismático “Madriles”, el
único muerto que hubimos que lamentar en el casco viejo de Bilbao, y donde se ha
instalado un “baúl de los recuerdos” para quien, así lo desee, pueda dejar para
la historia las fotos o documentos que conserven del aguaducha de 1983, y que
serán posteriormente entregados a Museo Vasco."
Gracias
Marino.
(*En la segunda foto, publicada por el Diario Deia: Marino Montero (a la izquierda), Manu de Alba (centro) y
el presidente de ExpoGela Unai Aizpuru (a la
derecha).)
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