Uno de los personajes imprescindibles en la Aste Nagusia Bilbaina es el mítico: Gargantua.
Desde 1854 tiene una larga lista de apariciones y desapariciones en las calles de Bilbao, hasta llegar al actual, construido en 1988 y que sigue en vigor en este 2016, en el que se encuentra instalado en el parque de Doña Casilda.
En toda su historia ha sido y es, un divertido acompañante del público infantil, que se acerca y se introduce en el con gran emoción.
Así es descrito este personaje en palabras de Marino Montero, Rector de la Compañía Gargantua:
"Bilbao es donde, hacia 1854 y gracias al legendario Bombero Etxaniz, tuvo lugar la primera encarnación del mítico Gargantúa en un personaje tangible, inmediatamente convertido en símbolo totémico de las fiestas populares.
De la descripción de este coloso del lúdico hedonismo que, en base a viejas leyendas europeas de los siglos XIV y XV, inmortalizara Rabelais en 1535 en su imprescindible ‘Vida del Gran Gargantúa, padre de Pantagruel’, convendría saber que al nacer gritó “¡A beber, a beber!” y que por encima de todo buscaba divertirse siguiendo la máxima aristotélica de que “la risa es lo propio humano” y lo que nos diferencia de del resto de los animales, propugnando a tal efecto la necesidad de gozar y divertirse como única forma lúcida de ejercer la libertad personal frente a las imposiciones de los poderes políticos y religiosos.
Entregarse alegremente a juergas, comilonas y excesos carnales de todo tipo era el bálsamo reparador de los intransigentes fanatismos para este campeón del humanismo renacentista, Ntro. Sr. Gargantúa, que acabó fundando la abadía mixta de Thélème (en griego, de la tranquilidad) con la única regla de “haz lo que quieras”."
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